jueves, 10 de diciembre de 2009

Valores y ética ambiental

Sistema de valores

Desde el momento en que llegamos a la vida, sin darnos cuenta, comenzamos a darle, por así decirlo, “Valor” a las cosas, de la misma manera en que se la damos a las personas o a las acciones que se realizan.

Todo en la vida tiene cierto valor, aquello que no notamos no forma parte de nuestra vida, lo que no forma parte de nuestras vidas no existe, lo que no existe carece de valor.

¿Qué intento dar a entender con esto?

En ocasiones no somos capaces de, si no observar, al menos ver lo que a nuestro alrededor ocurre. ¿Cómo podemos proteger el planeta donde habitamos si no somos capaces de darnos cuenta de que está allí?

¿Cómo sabremos que nuestras acciones, desde el simple opinar hasta el hecho de participar en una empresa de cualquier tipo, son capaces de dañar a la madre Tierra (que sin pedir realmente nada a cambio nos mantiene vivos) si no somos capaces de ver mas allá de nuestras narices?

Hoy en día los valores más conocidos son el amor, el respeto, la tolerancia y el perdón. Quizás no sean los más practicados, pero todo aquel que por azares del destino provenga de una familia que crea en algún dios al menos a escuchado hablar de ellos. Estos valores recién mencionados son los más marcados dentro de una sociedad, pero por desgracia en la mayoría de los casos (sabiendo que incluso en ocasiones son ignorados) solo son aplicados para las personas.

Digo por desgracia debido a que muchas veces olvidamos que las plantas, mamíferos, insectos y demás seres vivos conocidos y por conocer, al igual que nosotros son seres vivos (válgame la redundancia pero no se me ocurrió otra forma de mencionarlo), y por lo tanto merecen ser tratados con los mismos valores con los que deberíamos tratarnos entre humanos.

No podemos hablar de que somos seres éticos o con valores si, a la primera oportunidad, vamos tirando basura por cualquier parte que pasemos (si me refiero a esas envolturas y envases que siempre sobran después de disfrutar de la comida chatarra), o si mientras nos quejamos de que el gobierno no hace nada por detener la contaminación, nosotros mismos llegamos a nuestras casas y olvidamos todo aquello por lo cual hemos peleado.

Valores y actitudes hacia el medio ambiente

Quizás muchos piensen “las grandes industrias son unos enormes monstruos, matan y contaminan todo a su alrededor sin pensar en otra cosa que no sea el dinero, deberían irse al infierno”. Hasta cierto punto esto es verdad, pero recalco hasta cierto punto.

La verdadera causa de que las industrias contaminen tanto es la conducta que, todos y cada uno de nosotros tenemos día a día, existe la posibilidad de que alguien no entienda a que me refiero, pues no temáis que intentare explicar mi propuesta.

Es verdad, una empresa es creada con el fin de ganar dinero pero, pregúnteme yo ¿Quién rayos inicia un negocio con la idea de regalar el poco dinero que tiene? ¿Nadie me responde? Pues les diré, en mis pocos años de vida aun no conozco persona alguna que quiera regalar dinero. Y es aquí donde radica todo el problema.

Las empresas quieren ganar dinero, por lo tanto tratan de convencer a la gente de que lo que ellos ofrecen es lo que la gente necesita y como la gente muchas veces se deja convencer, va y compra lo que las empresas ofrecen y en variadas ocasiones ni siquiera era necesaria esa compra. O me dirán que nunca les ha pasado que compran algún objeto X y a los 5 minutos de tenerlo en sus manos comienzan a sentirse tontos, debido a que se dan cuenta que realmente no necesitaban ese objeto que estaba al 95% de descuento.

Una solución a todo este problema es reducir en nuestras compras. Si compráramos lo verdaderamente necesario y no todo lo que se nos pone enfrente las grandes industrias se verían en la gran necesidad de reducir su producción y, por lo tanto, al producir menos, se contamina menos.

Está bien, de vez en cuando es necesario obtener algún lujo, pero debemos darnos cuenta de cuando estamos comprando pensando en nuestras necesidades y no solo consumiendo por consumir.

Al final de cuentas todas las acciones que tomamos repercuten en el resto del planeta, por lo tanto, deberíamos pensar un poco antes de comenzar a actuar.

No hay comentarios:

Publicar un comentario